Sandra Melgarejo. Madrid
Un artículo de revisión sobre la situación de las terapias antiplaquetarias en síndromes coronarios agudos en pacientes con diabetes tipo II, realizado por José Luis Ferreiro, director del Laboratorio de Investigación Cardiovascular del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y cardiólogo del Hospital Universitario de Bellvitge, y Dominick Angiolillo, director del Cardiovascular Research Center de la Universidad de Florida, pone de manifiesto la necesidad de buscar nuevas terapias más potentes para esta población de riesgo.
José Luis Ferreiro.
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Como indica Ferreiro, el artículo ‘Diabetes and antiplatelet therapy in acute coronary syndrome’, publicado en la revista Circulation, se centra “en el estado actual del conocimiento sobre las alteraciones plaquetarias presentes en los pacientes diabéticos, en cómo repercuten en los terapias actuales y cuáles son las futuras opciones de tratamiento”.
Así, en la primera parte del estudio los investigadores explican las diferencias entre el funcionamiento plaquetario de los pacientes con diabetes y de las personas no diabéticas. “Las plaquetas del diabético son disfuncionantes y tienen una mayor tendencia a agregarse, lo que causa que estos pacientes tengan, por un lado, mucha más propensión a desarrollar enfermedad cardiovascular, sobre todo cardiopatía isquémica, y, por otro, un peor pronóstico”, detalla Ferreiro. De hecho, los diabéticos sin enfermedad coronaria tienen el mismo riesgo de sufrir acontecimientos cardiovasculares que los no diabéticos que han tenido un infarto de miocardio.
Después, detallan cómo actúan las terapias disponibles en los diabéticos. “Se ha visto que estos pacientes presentan una resistencia mucho mayor a los fármacos antitrombóticos actuales”, señala el investigador del Idibell. Pese a que actualmente se dispone de una variedad de medicamentos antitrombóticos, se continúa usando de forma genérica el ácido acetilsalicílico y el clopidogrel como tratamientos antiagregantes orales de elección. No obstante, hasta un 40 por ciento de los pacientes, entre ellos los diabéticos, no responden a la acción de estos fármacos.
En la última parte del artículo los investigadores proponen tres nuevas estrategias terapéuticas: aumentar las dosis de los fármacos antitrombóticos actuales de forma que aumenten su eficacia antiplaquetaria; el uso de medicamentos antiagregantes más potentes, como prasugrel (ya comercializado) o ticagrelor (a punto de aprobarse); y añadir un tercer fármaco inhibidor de plaquetas a las combinaciones que se usan habitualmente, potenciando así el efecto de todos los medicamentos de forma sinérgica.
Ferreiro ha participado en varios estudios farmacodinámicos en la Universidad de Florida con el fin de comparar la inhibición plaquetaria en pacientes diabéticos con diferentes combinaciones de fármacos que permitan predecir la respuesta al tratamiento. Uno de los objetivos del Laboratorio de Investigación Cardiovascular del Idibell es “realizar este tipo de estudios para optimizar la combinación de fármacos para cada paciente”.
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